sexta-feira, 18 de abril de 2014

Gabriel García Márquez



" Muchos lectores me preguntan sobre la relación de mis libros con la música. Yo mismo, más en serio que en broma, he dicho que "Cien años de soledad" es un vallenato de 400 páginas y que "El amor en los tiempos del cólera"es un bolero de 380. En algunas entrevistas de prensa he confesado que no puedo escribir con música porque le pongo más atención a lo que oigo que a lo que escribo. La verdad es que creo haber oído más música que libros he leído, y pienso que no me queda mucho por escuchar desde Juan Sebastián hasta Leandro Díaz.
La mayor sorpresa me la llevé en Barcelona cuando dos jóvenes músicos me visitaron después de leer "El otoño del patriarca", cuya estructura les parecía inspirada en la muy compleja del Concierto para piano No. 3 de Béla Bartók. Llevaron gráficos demostrativos que a ellos les parecían terminantes. No los entendí, por supuesto, pero me sorprendió la coincidencia, de que en los casi cuatro años en que escribí el libro estaba muy interesado en aquellos conciertos, y sobre todo en el tercero, que sigue siendo mi favorito.
Quiero decir con todo esto que no me sorprende ahora si un músico de méritos grandes cree encontrar elementos de composición musical en "El coronel no tiene quien le escriba", que es el más simple de mis libros. Es cierto que lo escribí en un hotel de pobres de París, en condiciones espartanas, mientras esperaba una carta con un cheque que nunca llegó. Mi único consuelo era la música de un radio prestado. Pero ignoro por completo las leyes de la composición musical, y mal podría escribir un cuento con una estructura diatónica deliberada.
Creo, eso sí, que un relato literario es un instrumento hipnótico, como lo es la música, y que cualquier tropiezo del ritmo puede malograr el hechizo. De esto me cuido hasta el punto de que no mando un texto a la imprenta mientras no lo lea en voz alta para estar seguro de su fluidez.
Las comas son esenciales, porque imponen un ritmo a la respiración del lector y manejan sus estados de ánimo. Es lo que llamamos las comas respiratorias que pueden permitirse inclusive trastornar la gramática a cambio de preservar el acto hipnótico de la lectura.
Si esto es lo que quiere saber mi admirado Germán Borda le contesto que sí: no sólo "El coronel…" sino hasta el menos significante de mis párrafos está sometido a ese rigor armónico. Sólo que a los escritores intuitivos no nos conviene explorar demasiado estos misterios técnicos, pues en este oficio de ciegos no hay nada más peligroso que perder la inocencia."

Sonata Inocente - Gabriel García Márquez


"Um dia me disseram
Que as nuvens não eram de algodão
Um dia me disseram
Que os ventos às vezes erram a direção..."

terça-feira, 31 de dezembro de 2013


(...) O ideal seria uma que amasse fazer comparações
de nuvens com vestidos, e peixes com avião;
Que gostasse de passarinho pequeno,
gostasse de escorregar no corrimão da escada
E na sombra das tardes viesse pousar
Como a brisa nas varandas abertas...

O ideal seria uma menina boba:
que gostasse de ver folha cair de tarde...
Que só pensasse coisas leves que nem existem na terra,
E ficasse assustada quando ao cair da noite
Um homem lhe dissesse palavras misteriosas ...
O ideal seria uma criança sem dono,
que aparecesse como nuvem,
Que não tivesse destino nem nome -
senão que um sorriso triste
E que nesse sorriso estivessem encerrados
Toda a timidez e todo o espanto
das crianças que não têm rumo...

(Permita-me sonhar - Manoel de Barros)

terça-feira, 25 de junho de 2013


segunda-feira, 15 de abril de 2013




"As pessoas podem mudar tudo: de cara, de casa, de família, namorada, religião, de Deus. Mas tem uma coisa que não se pode mudar, Benjamín. Não se pode trocar de paixão."

Personagem Pablo Sandoval para Benjamín Espósito em O Segredo dos Seus Olhos.

sexta-feira, 8 de março de 2013

Sorriso

God of Sun - Vladimir Kush


É felicidade sem propriedade
Alegria em doses grandes
Liberdade de ser 

Vai trovão, vai nuvem

Verdade sorri pra ti
Que pra mim quem sorri é a vida